Un pensamiento devocional

martes, 3 de mayo de 2011

Un pensamiento devocional...

¡Ha sorbido la Muerte para siempre! YHVH Adonay enjugará las lágrimas de todo rostro y quitará el oprobio de su pueblo de sobre la tierra, porque YHVH lo ha dicho. Aquel día se dirá: ¡He aquí nuestro Dios! ¡Lo esperamos, y nos ha salvado!”- Isaías 25:8-9;  Apocalipsis 7:17; 21:4.
    “¡No! ¡Llorar no!” – ese fue el último mensaje que recibí de ella…
   “¿Por qué no quiere llorar?”- me pregunté. Es que ha llorado tanto en la vida… Por sus errores… y por los de otros… Generaciones y generaciones de maldad que han caído sobre ella como un sello, como una marca y constantemente se burlan y le dicen: “¡No¡ No podrás, nunca saldrás¡”.
    Esa ha sido la mentira del enemigo sobre ella y sobre millones y millones de hombres y mujeres que hoy sufren las consecuencias de haber sido criados por padres disfuncionales, egoístas, mal tratantes, mentirosos y sin amor…
   ¿Sabes? Hay recompensa en la lágrima… Quizás el mundo pueda haberte dicho que los fuertes, los valientes no lloran… Pero la Escritura dice que el hombre más viril y valiente que jamás ha existido: lloró. Jesús lloró…-Juan 11:35. La lágrima es un fruto del alma que se derrama sobre la tierra seca y la fertiliza.
   Sí, mi amada… no hay nada de malo en llorar… Cuando lloras le demuestras al mundo y a Dios que eres humana, finita… que vives en un mundo caído que necesita ser redimido.
    El asunto no es llorar o no llorar; el asunto es delante de quién se llora… El plan y el diseño de Dios para la vida del hombre nunca fueron que llorara, que sufriera… Él planifico un futuro y una esperanza – Jeremías 29:11. La tristeza y el dolor, la congoja y el pesar son frutos de la caída y no de la creación. Es el pecado de otros, y el nuestro, el que nos trae tanto dolor…
    En el Salmo 42 los hijos de Coré dicen: “Mis lágrimas fueron mi pan de día y de noche, mientras todos me dicen: ¿Dónde está tu Dios?”. Sí, el mundo se burlará de nosotros al vernos llorar, pero Dios nunca lo hará. Las lágrimas vertidas delante del mundo sólo nos traen vergüenza, burlas y  más dolor… Pero las lágrimas vertidas delante del trono tienen su ministerio y tienen su función.   Las lágrimas derramadas delante del Trono del Padre son poderosas.
   David, el dulce cantor de Israel, aquel que en su fierro fervor militar mató a diez miles…, supo llorar delante de Dios. En sus Salmos lo vemos llorar: “Tú has contado mi deambular. Pon mis lágrimas en tu redoma. ¿No están ellas escritas en tu Rollo?” escribió en el Salmo 56:8.
   Toda lágrima que derrames delante del Señor será recogida y deposita en una hermosa copa de oro que será puesta delante del altar del Padre… Y un día, en el día correcto, el día que menos lo esperes, el Padre le dará orden a un poderoso ángel para que tome tu copa repleta de lágrimas, la levante en alto y la ofrezca como una ofrenda… Entonces, las mezclarán con fuego del altar del Padre y serán lanzadas a la tierra y producirán truenos, relámpagos y hasta un terremoto- Apocalipsis 5:8.
   Sí, mi amada… llora; no te quedes con esas lágrimas borbotando dentro de tu corazón… pero llora delante del ser correcto: llora delante del Cordero… Sólo Él podrá entenderte, sólo Él podrá consolarte, sólo Él podrá cambiar tu lamento en baile y coronarte de favores y de misericordias, de modo que te rejuvenezcas como las águilas- Salmo 30:11, 4:7; Jeremías 31:4.
     Sí mi amada, llora, derrama tu alma delante del trono y mientras caminas por el valle de Baca (de lágrimas)…Él lo cambiará, lo transformará en una poderosa fuente que traerá consuelo y paz a todas aquellas otras mujeres, y todos aquellos otros hombres que como tú fueron abusados, abandonados, maltratados… Él enviará la lluvia temprana y te cubrirá a tu vida y te llenará de bendición para que seas de bendición… Sólo así irás de poder en poder… -Salmo 84:6-7.
   
Griselle M. Trujillo   gtrujillo913@gmail.com

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