Un pensamiento devocional

jueves, 19 de mayo de 2011

Un pensamiento devocional...

En cualquier ciudad donde entréis y os reciban, comed lo que os sirvan; sanad a los enfermos que haya en ella, y decidles: “Se ha acercado a vosotros el reino de Dios.”- Lc.10:9 - Estudiemos- Lucas 10:1-24; Mateo 10:1-42
     Estamos hablando del avivamiento que existe en la iglesia clandestina en China. Como la iglesia cristiana en China es perseguida y suprimida por el gobierno, los creyentes chinos tienen que depender de lo sobrenatural constantemente para subsistir. El Evangelio que se predica en China es muy diferente al que predicamos en Occidente. En Occidente el énfasis es intelectual, emocional y material. En China el énfasis es cincuenta por ciento enseñanzas de la Palabra pura y cincuenta por ciento demostraciones del poder del Evangelio. Los creyentes chinos caminan en una expectativa constante de milagros. Es normal que cada vez que el Evangelio es predicado haya demostraciones portentosas del poder de resurrección que levantó a Jesucristo de los muertos. De esa forma la gente puede ver claramente que Jesucristo es el Hijo de Dios y el Salvador del mundo.
     La iglesia china no ora por milagros, ellos viven de milagro en milagro. Para ellos lo normal es recibir milagros. Ellos no glorifican los milagros, sino que glorifican al Dios que operó el milagro. Ellos creen que el don de los milagros es bíblico y que Dios obra su don a través de ellos para honrar su Nombre. La teología y los métodos usados por la iglesia clandestina en China son muy sencillos. Ellos creen que hay una sola razón por la cual Dios los dejó en la tierra: para evangelizar a los perdidos. Para ellos el que no evangeliza no es cristiano. ¡Ups!
     Sus métodos de evangelización son muy sencillos: predicación ungida con señales y prodigios que le siguen. Después de largos periodos de ayuno y oración los líderes espirituales instruyen a los líderes prácticos del nuevo pueblo o sector que el espíritu Santo les ha indicado que deben tomar para Dios y para su Reino. Los líderes prácticos van al pueblo o la región indicada por el Espíritu y comienzan a investigar cual es el problema más grande que ese pueblo o región tiene. Se unen en oración y ayuno con los líderes espirituales para que el Espíritu Santo les dé estrategias específicas de acción para erradicar el problema de ese pueblo o región. Después que han recibido las instrucciones específicas del Espíritu Santo entonces vuelven al pueblo o a la región para enfrentar el problema con el poder y la autoridad de Dios; demostrando así que Jesucristo es el Señor. Luego que a la vista de todos, como en los tiempos de Elías, el poder de Dios se hace manifiesto, ellos reúnen al pueblo y le presentan a Cristo. De más está decirles, que el 90% de la gente de ese pueblo o región se convierten en un sólo día. ¿Quién no se convierte después de haber visto que miles de peces brincan del mar a la playa después de que los cristianos se arrodillaron en la playa a pedir un milagro de provisión para esa aldea? ¡Oh! Me parece que tenemos que volver al Evangelio sencillo de Jesús.
Hoy es un buen día para volver a la senda antigua: vayamos por el mundo predicando la Palabra pura y sencilla; preguntémosle a la gente sus necesidades y luego vayamos a Dios para pedirle que las supla para que el poder de Su resurrección sea visible.
Por: Griselle M. Trujillo    gtrujillo913@gmail.com

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