Un pensamiento devocional

lunes, 23 de mayo de 2011

Un pensamiento devocional...

Jesús dijo: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí"- Juan 5:39. Estudiemos- Nehemías capítulos 8 al 13
     Como podemos ver en el texto que encabeza este devocional (Juan 5:39), es un mandato del propio Jesús escudriñar las Escrituras, su Palabra, la Biblia. Jesús no dijo: “…si lees las Escrituras” o “Sería bueno que leyeras las Escrituras…”; tampoco dijo:Los pastores y líderes deben estudiar las Escrituras…”. ¡No! Jesús fue sencillo, explicito y enfático al decir: “Escudriñad las Escrituras”- el mandato es para todos. 
    El término escudriñar, implica mucho más que leer. “Escudriñar” implica, inquirir, buscar, indagar, informarse, preguntar, rebuscar minuciosamente. El mandato de Jesús establece que a través del estudio concienzudo de las Escrituras (preguntando, buscando, indagando, rebuscando, etc.), podremos encontrar dos cosas:
 - La vida eterna;
- El testimonio acerca de Él.
   No hay otra forma de conocer a Jesús y de alcanzar los beneficios de su sacrifico en la Cruz, que no sea a través del estudio concienzudo, deliberado y constante de su Palabra. Al estudiar de esa forma Su Palabra, entenderemos Su corazón, conoceremos Su carácter y anhelaremos ser lo que Él es. La Palabra de Dios es demasiado importante para nuestra vida espiritual y física; por eso, Satanás ha tratado por siglos de que el hombre común no tenga acceso a ella. De la única forma en la que Satanás logra robarnos es cuando nosotros, por inercia, vagancia o estupidez no somos diligentes en el escudriño concienzudo de la Palabra; porque la ignorancia de lo que Dios es, de lo que nosotros somos en Jesucristo y de la derrota completa del enemigo en Cristo es lo que nos destruye- Oseas 4:6.
    Satanás sabe muy bien que el creyente diligente en el escudriño de las Escrituras, es un creyente victorioso. Por eso, a través de los dos mil años de historia de Iglesia, Satanás ha usado a muchos dirigentes eclesiásticos para quitarle al pueblo el derecho de escudriñar por sí mismos la Palabra de Dios. Ha usado excusas tan tontas como: “El hombre común no puede entender lo que Dios quiere decirle.”  Como: “Dios ha escogido a los clérigos, a los ministros para que ellos sean los que lean la Palabra, la entiendan, la mastiquen y luego se la den ya digerida al pueblo.” Cada vez que nos hemos dejado engañar con esas artimañas del enemigo, hemos caído en periodos de gran bajeza moral. Pero cada vez que un hombre o una mujer de Dios se han levantado para luchar con todas sus fuerzas por devolverle al pueblo común la Palabra, han surgido poderosos avivamientos. Un hombre y una mujer armado con el conocimiento de la Palabra de Dios es una antorcha que cambia al mundo.
Seamos antorchas encendidas con el conocimiento de la Palabra.
Por: Griselle M. Trujillo   gtrujillo913@gmail.com

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