Un pensamiento devocional

jueves, 31 de marzo de 2011

Un pensamiento devocional...

Entonces el centinela gritó: Oh Señor, de día estoy yo continuamente en la atalaya, y todas las noches permanezco en mi puesto de guardia. – Isaías 21:8
    En varios devocionales, les he hablado de los hallazgos arqueológicos en la antigua ciudad de Pompeya. Les hablé de los cadáveres calcinados de aquellos ciudadanos pompeyos que fueron sorprendidos en sus actividades rutinarias por la ola de lava ardiendo, procedentes del volcán Vesubio en el año 79d.C.
    El otro día vi un reportaje de esas ruinas, y mostraron algo que no había visto en ninguno otro reportaje. Presentaron el cadáver calcinado de un soldado romano. Estaba todavía parado en la puerta de vigilancia que le había correspondido ese fatídico día, con sus manos apulpadas a las armas que poseía.
    ¿Se imaginan? Mientras la tierra temblaba a su alrededor, mientras el humo y las cenizas volcánicas le ahogaban; mientras la gente gritaba y huía despavorida de la ciudad; ese soldado permaneció en su puesto esperando las nuevas órdenes de su centurión. Fue sorprendido en su puesto por la ola de lava ardiendo, piedras y gases mortales que traían su muerte; y allí ha permanecido por casi veinte siglos…como un testimonio al mundo de lo que la obediencia, responsabilidad y fidelidad significa.
    El soldado romano es una de las figuras alegóricas que el apóstol Pablo utiliza para describir la función de la Iglesia de Jesucristo en el mundo.
   Ciertamente Pablo sabía cómo era el comportamiento correcto del soldado romano; lo aprendió a través de todos los años que estuvo encarcelado, atado al cuidado de soldados romanos. Pablo dijo que de la misma forma en la que  los soldados romanos habían sido llamados al servicio activo por el Imperio Romano; y éste les exigía obediencia, responsabilidad y compromiso; Jesucristo nos había llamado a servir a Su ejército: el ejército del Reino, la Iglesia. Pablo dijo que la Iglesia es el gran ejército de Dios que va a las naciones y a los reinos de la tierra a arrancar,  a destruir, a desolar y derribar el reino opresor de las tinieblas; para luego levantarse a edificar y plantar el Reino de Dios y Su Justicia – 2 Ts. 2:3; 2 Co. 10:4; 1 Timoteo 1:18, 2:4; Jeremías 1:10..
    Ningún creyente puede decir que no ha sido llamado. Ninguno puede decir que no es un soldado del ejército de Su Reino; porque al aceptar a Jesucristo como nuestro único y exclusivo Salvador, inmediatamente fuimos enrolados en el ejército que combate el ejercito del enemigo de las almas; inmediatamente nos convertimos en enemigos de los enemigos de Dios. Por eso, no tenemos otra alternativa que guerrear; porque si no guerreamos el enemigo nos robará, nos hurtará, nos matará la vida abundante que Jesucristo compró por nosotros en la Cruz del Calvario- Juan 10:10.  
   El asunto es asegurarnos de estar alertas, de permanecer firmes en la fe; de portarnos virilmente, ser fuertes y valientes; porque no sabemos a la hora o el día en el que el Señor vendrá. Tenemos que asegurarnos de que cuando Él venga nos encuentre con las manos apulpadas a las armas espirituales que nos ha dado haciendo lo que Él nos ha mandado a hacer: servir– 1 Co. 16:13; Mateo 24:42; Marcos 13:33; Efesios 6:7-8..
Por: Griselle M. Trujillo  gtrujillo913@gmail

miércoles, 30 de marzo de 2011

Un pensamiento devocional...

    A un rey le regalaron dos pichones de halcón. El rey se los entregó a su maestro de cetrería  para que los entrenara para la caza. Pasado algún tiempo el instructor le dijo al rey que uno de los halcones estaba perfectamente entrenado; pero que al otro, no había sido posible entrenarlo, porque no se había movido de la rama donde lo habían colocado el día que llegó. Al mirar por las ventanas del palacio, el rey veía como el ave permanecía en aquella rama sin moverse día y noche, mañana y tarde…
    El rey envió a buscar a los curanderos y hechiceros del reino para que le explicaran qué le sucedía a aquella ave. Pero todos llegaron a la misma conclusión: el ave está en perfectas condiciones, nadie sabe por qué no se mueve. Desesperado el rey publico un edicto ofreciéndole una suculenta recompensa a  aquel ciudadano del reino que hiciera volar al ave.
   Pero un día el rey miró por la ventana y no vio al halcón en su acostumbrada ramita… Por el contrario, feliz volaba de árbol en árbol. El rey mando a buscar al autor de aquel milagro, para darle la recompensa prometida. Le trajeron un humilde campesino; y le dijeron:
- “Su majestad, éste es el autor del milagro
   El rey hizo que el campesino se le acercara y le preguntó:
- “Dígame, ¿cómo la hizo volar?
    El campesino, un poco intimidado por la cercanía del rey, le explico con sencillez:
- “No fue difícil, su Alteza. Sencillamente, le corté la rama y ella se dio cuenta que tenia alas y se echó a volar”.
    Idiota, ¿verdad? ¿Cómo es posible que aquella majestuosa ave no se diera cuenta antes de que tuviera alas y podía volar? Esa ave tenía las mismas limitaciones mentales y emocionales que tienen miles y miles de creyentes no saben que tienen poder, “dunamis” de Dios dentro para hacer milagros, prodigios y maravillas.
    Pablo sabía que había muchos creyentes limitados; por eso, le dice a la iglesia de Corinto:
-“Ustedes no están limitados (amarrados, restringidos en sus movimientos) por nosotros (los líderes, los ancianos de la iglesia), sino que están limitados (amarrados, restringidos en sus movimientos) en sus sentimientos (pensamientos, sentimientos, emociones, voluntad).”- 2 Corintios 6:12.
   Satanás no tiene que hacer mucho esfuerzo para que la Iglesia se quede paralizada delante de sus avances ilegales; lo único que tiene que hacer es magnificar cualquier riesgo  para que el creyente se llene de temor y se paralice.
     Las emociones, los sentimientos nos gritan:
- “¡Es muy peligroso; no te arriesgues! ¡No puedes, no tienes recursos, ni habilidades! ¡No sabes hablar, no tienes educación formal para el trabajo! ¡Tonto, perderás tu tiempo. Nadie te va escuchar!
   En ese mismo pasaje, Pablo le da la solución a los corintios y a nosotros: “Ahora bien, en igual reciprocidad (les hablo como a niños) ustedes también abran de par en par su corazón.”- verso 13. ¿Qué quiso decir Pablo? Que extendieran a su capacidad mayor su conocimiento intelectual y emocional, para que de esa forma pudieran en tender a Dios y Su Reino a través de lo que hacen y dicen aquellos que no estaban limitados en sus sentimientos.
    Dios quiere que extendamos el corazón, para que con el extendido alcancemos a nuestra familia, nuestro vecindario, barrio, pueblo o nación; y las naciones de la tierra con las buenas nuevas de salvación en Cristo a través de todo lo que hacemos, decimos, escribimos…
Por: Griselle M. Trujillo  gtrujillo913@gmail.com

martes, 29 de marzo de 2011

Un pensamiento devocional...

Porque donde esté vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón.”- Mateo 6:21; Lucas 12:34
   La mayoría de los ministerios cristianos internacionales que conozco están pasando por duros momentos de escasés económica. La gente ha dejado de ofrendar. La verdad es que la situación económica mundial les ha hecho pensar que dejar de ofrendar y diezmar es una alternativa.
   Eso pensaron Jeff y Julie, dos activos miembros de la congregación “Christian Community” en Napeville, Illinois USA, después su negocio se fuera a la quiebra. Habían quedado sin empleo y con una deuda de $140,000.00 adicionales a los gastos ordinarios de la vida. Jeff consiguió un trabajo que apenas le daba para subsistir.
   El pastor de la congregación, comenzó una serie de enseñanzas acerca de la necesidad de hacer un serio compromiso financiero con el Reino. El principio enseñado era: “La forma en la que inviertes tu dinero declara el reino al que perteneces”. Después de varios domingos, Jeff y Julie se sintieron incómodos y ofendidos:
- “¿Cómo es posible que el pastor los estuviera presionando de aquella forma? ¿No se daba cuenta de que ellos no podían diezmar porque el dinero que recibían apenas les daba para comer? ¿Qué quería el pastor, que cuando Jeff cobrara sacara el 10% de su paga y después se sentaran en la sala de su casa a esperar que Dios les trajera comida para sus hijos?”
  Molestos, decidieron ir a hablar con el pastor; de esa forma podrían explicarle la razón por la cual ellos no podían comprometerse financieramente con el Reino de Dios. El pastor volvió a explicarles los principios que había enseñado; les hizo entender que ellos tenían todo el derecho a manejar el dinero que ganaban como quisieran; pero que la forma en la que lo hicieran traería consecuencias naturales. Si decidían no obedecer a Dios y quedarse con todo el dinero para administrarlo según su mejor criterio, Dios los seguiría amando pero no podría bendecirlos porque no estaban creyendo y obedeciendo Su Palabra. Por el contrario, si obedecían el mandato bíblico, Dios estaba comprometido en añadirles todo lo que Él les había prometido.
   Jeff y Julie decidieron aceptar el reto, aunque no estaban muy convencidos. Así que sacaron el diezmo de la paga de su escaso sueldo y lo llevaron a la iglesia el próximo domingo. El lunes siguiente Jeff y su hermano vieron un anuncio donde una compañía solicitaba carpinteros. Decidieron unirse y hacer una compañía de carpintería y solicitar trabajo. Después de incorporar la compañía, Jeff y su hermano fueron a solicitar trabajo en aquella ofrecido en el cartel. Allí se enteraron que la compañía tenía planes de construir toda una urbanización en aquella comunidad. De allí salieron con un contrato para hacer una casa, que luego se convirtió en 20 casas y en 12 meses de trabajo continuo y sueldo sustancioso.
    Al terminar el año, Jeff y Julie se dieron cuenta de que Dios les había premiado su fe; y les estaba demostrando que la ley de la siembra y la cosecha es verdadera y muy efectiva. Así que decidieron que en el año que se aproximaba, en vez de dar el diez por ciento de sus ingresos al Reino de Dios, darían el quince porciento de todo lo que Dios les proveyera.
    Ese año siguiente, a través de eventos prodigiosos y providentes, Dios permitió que Jeff y Julie pudieran comprar su propia residencia. En dos años pasaron de ser inquilinos a propietarios. Y no sólo eso, de propietarios a arrendatarios; porque la casa que Dios le proveyó a Jeff y a Julie, tenía dos apartamentos aledaños; los cuales después de alquilados, les permitió tener un ingreso extra, el cual permitía a Julie se quedar en la casa para cuidar de sus pequeños- (tomado de Christianity Today/12/2004)
   Los creyentes piensan que en la iglesia no se debe hablar de dinero. Nosotros oímos hablar de dinero en todos sitios y no nos ofendemos, pero si en la iglesia se habla de dinero nos ofendemos.  Sin embargo, Jesús habló más de dinero que de oración o de ayuno. La Escritura nos promete que al ser fieles con nuestros diezmos y nuestras ofrendas las ventanas de los cielos se abrirán a nuestro favor.
   Sencillo, Dios está comprometido con su Palabra; si le creemos y le obedecemos, Él abrirá las ventanas de los cielos a nuestro favor….
Traed todo el diezmo al alfolí, para que haya alimento en mi casa; y ponedme ahora a prueba en esto--dice el Señor de los ejércitos-- si no os abriré las ventanas del cielo, y derramaré para vosotros bendición hasta que sobreabunde. Por vosotros reprenderé al devorador, para que no os destruya los frutos del suelo; ni vuestra vid en el campo será estéril--dice el Señor de los ejércitos. Y todas las naciones os llamarán bienaventurados, porque seréis una tierra de delicias--dice el Señor de los ejércitos.”- Malaquías 3:7-12
Honra al Señor con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos; Entonces tus graneros se llenarán con abundancia Y tus lagares rebosarán de vino nuevo.”; “Hay quien reparte, y le es añadido más, y hay quien retiene lo que es justo, sólo para venir a menos. El alma generosa será prosperada, y el que riega será también regado.”- Proverbios 3:9-10; 11:24-25.
Por: Griselle M. Trujillo  gtrujillo913@gmail.com

lunes, 28 de marzo de 2011

Un pensamiento devocional...

Clama a mí y Yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”- Jeremías 33:3.
     Uno de los nombres o títulos con los que Dios se da a conocer es “YHVH Sidkenû” – el cual quiere decir “Soy tu Justicia”. ¡Oh, Señor, pero qué difícil es para nuestra carne y nuestra alma esperar en la Justicia de Dios! Tan pronto somos ofendidos, hacemos una rápida oración; y como Dios no saca un rayo pronto y aniquila a nuestro ofensor; decidimos sacar nuestros truenos, relámpagos, rayos, culebras, ciempiés y algunas arañas viuda negra para defendernos y hacernos justicia… Al final terminamos dañándonos a nosotros mismo y a nosotros; porque Dios es el único que conoce los corazones y Dios es el único que puede hacer justicia en el tiempo justo y preciso.
   Uno de los principios que siempre debemos de aplicarnos cuando nos encontramos en situaciones de injusticia es este: siempre que Dios permite una situación en nuestras vidas, por dura que sea, lo único que pretende es quitarnos algún peso de pecado o algún defecto de nuestro carácter. Por eso, Santiago nos recomienda a regocijarnos cuando nos encontremos en diversas pruebas, porque esas pruebas nos darán perseverancia y fortaleza.
    El otro principio que debemos aplicar es que Dios siempre contesta nuestras oraciones, y nunca llega tarde. Pero en el libro de Daniel se nos enseña claramente que algunas veces, no recibimos la contestación a nuestra oración porque “un principado de maldad está deteniendo el paso del ángel que trae la respuesta a nuestra oración”- Daniel 10:123. Por eso, el apóstol Pablo nos insta a “orar sin cesar”- 1 Tesalonicenses 5:17. Entonces, si estamos esperando justicia de Dios y no nos ha llegado, en vez, de ponernos a renegar y a pelear, en vez de tomar la justicia en nuestras manos, sigamos orando, insistamos en la oración, no nos cansemos hasta que nuestra oración sea contestada. 
Espero que este testimonio nos ayude a entender:
  Michael Chamberlaine y su esposa Limby, eran pastores misioneros de una iglesia en Australia. Mientras estaban allí, decidieron tomar unas cortas vacaciones en las inmediaciones de las famosas Rocas Urulú. Llevaron consigo a sus tres pequeños hijos; incluyendo a Azarías,  su bebecita de tres meses de nacida. Acamparon varios días y noches. Fueron días de tremendas aventuras para sus hijos mayores.
    Pero una noche, un dingo (un perro salvaje) robó a la bebecita mientras dormían. Michael persiguió el dingo por aquella enorme pradera; pero nunca pudo dar con la bebecita. Las autoridades que investigaron el suceso, acusaron a la pareja de haber asesinado a su bebecita. A pesar de sus declaraciones, y de que la fiscalía no tenía pruebas de la acusación; después de un largo y escandaloso juicio, los pastores Chamberlaine fueron encontrados culpables del asesinato de su hija y condenados a cadena perpetua. La pareja sabían que eran inocentes; sabían que solo Dios podía ayudarles, así que ayunaron, oraron y clamaron sin cesar pidiendo justicia y que Dios limpiara sus nombres y la reputación dañada de la iglesia cristiana en esa nación.
   La respuesta a sus oraciones llegó cinco años después, cuando unos cazadores encontraron en la madriguera de un dingo las ropitas ensangrentadas y los huesitos de Azaría”.
   ¡Fuerte, muy fuerte!, ¿verdad? Pero así es, vivimos en un mundo caído y la maldad del mundo puede dañarnos. Pero Jesús nos aconsejó que cuando nos encontráramos en ese tipo de circunstancia, clamáramos día y noche al Juez Justo, porque Él nos respondería – Lucas 18:7.
    Así que si todavía no ha llegado tu justicia, sigue clamando; no te detengas. Pronto muy pronto llegará el ángel con la respuesta. Dios hará su parte: hacer aquello que es imposible para ti. Pero a ti te corresponde la tuya: adorar, hacer fiesta sabiendo que lo que has pedido ya ha sido hecho… Tienes lo que pediste en Cristo…    
Por: Griselle M. Trujillo  gtrujillo913@gmail.com

viernes, 25 de marzo de 2011

Un pensamoento devocional...

 Y esto fue por causa de los falsos hermanos introducidos secretamente, que se habían infiltrado para espiar la libertad que tenemos en Cristo Jesús, a fin de someternos a esclavitud” – Gálatas 2:4; “Porque los tales son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo.”- 2 Corintios 11:13; “Pues algunos hombres se han infiltrado encubiertamente, los cuales desde mucho antes estaban marcados para esta condenación, impíos que convierten la gracia de nuestro Dios en libertinaje, y niegan a nuestro único Soberano y Señor, Jesucristo.”- Judas 1:4.
   Un niño caminaba por la playa, mirando con detenimiento a toda la gente que encontraba a su paso. De repente, vio a una mujer bastante mayor, leyendo debajo de una sombrilla de playa. Caminó hacia ella y le preguntó:
   - “Señora, ¿es usted cristiana?”.
     Ella le contestó:
- “Sí, muchacho, todos los días oro y leo la Biblia”.
-  “¡Ah¡”- dijo el niño, con alivio, “Entonces, es usted la persona indicada… Por favor, guárdeme este dinero en lo que voy a nadar
    Ese niño confió en la simple declaración verbal de la señora que le dijo que era cristiana; pero pudo haberse llevado la sorpresa de su vida, al descubrir que aunque aquella señora le dijo ser cristiana no lo era en realidad.    
    El otro día los maestros y estudiantes de nuestro colegio fueron a ver la exhibición de los tesoros del famoso faraón niño, Tutankamón, que estaba de visita en la isla. El pastor Omar, es el maestro de arte de los muchachos, y fue con muchas expectativas a la exhibición… Con curiosidad de artista, pastor Omar trataba de tocar todas las cosas para probar de qué material estaban hechas… Todo parecía oro 24 quilates… Al verlo uno de los guías le dijo que ninguno de los artículos en la exhibición era el real, todos eran copia… Parecían oro, pero no lo eran…
     De esa misma forma hay gente que dice ser cristiana pero no lo son… Más de un billón y medio de los casi 7 billones de personas que habitan el mundo hoy día dicen ser cristianos… Pero la realidad es que menos de un 50% de ellos viven conformados a lo que la Escrituras establecen… Más de la mitad de los que dicen ser cristianos en el mundo son “cristianos enchapados”. ¿Sabes lo que es un cristiano enchapado? Es uno que por fuera parece ser una oveja, pero por dentro es un lobo rapaz, vestido de oveja. Es uno que por fuera parece oro: santo/a, digno/a… pero por dentro está lleno de podredumbre y suciedad como los antiguos fariseos del tiempo de Jesús…
    ¿Cómo podemos distinguir el cristiano oro puro del cristiano enchapado? Jesús nos dio la respuesta: “Por sus frutos los conoceréis”. El cristiano oro puro y el cristiano enchapado puede tener el mismo discurso, decir las mismas cosas… Así que su fruto no se ve en lo que hablan, sino en la forma en la que actúan cuando son apretados por las circunstancias… Tenemos que esperar que los problemas los aprieten, entonces de ellos saldrá su verdadera consistencia: sal, luz o podredumbre, maldad y suciedad… Si es un cristiano oro puro de su boca saldrá el fruto del Espíritu: amor, paciencia, templanza, mansedumbre, fe humildad, verdad, palabras de sabiduría y de conocimiento. Pero si es un cristiano enchapado por su boca y a través de sus actos serán visibles las obras de la carne: celos, iras, contiendas, descensiones, mentiras, lascivias, idolatrías, hechicerías, orgullo, bajas pasiones, altanería, etc. etc.– Gálatas 5.
    Yo quiero que cuando los problemas de la vida me aprieten de mi interior salga el fruto del espíritu, y no las obras de la carne… ¿Y tú?  
Por: Griselle M. Trujillo   gtrujillo913@gmail.com

jueves, 24 de marzo de 2011

Un pensamiento devocional...

Y Él me ha dicho: Te basta mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, muy gustosamente me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí.”- 2 Corintios 12:9
    Muchas veces me siento incapaz, descalificada para cumplir la enorme tarea que Dios ha puesto sobre mí… ¿Saben? Sé que no estoy sola… Sé que muchos de ustedes se sienten como yo.
    Al estudiar la Escritura nos damos cuenta de que casi todos los hombres y mujeres usados por Dios para establecer Su Reino demostraron tener inseguridad en su capacidad para el cumplimiento de sus llamados:
     Por ejemplo, Moisés, le dijo a Dios que no era nadie para ir delante del faraón de Egipto y sacar al pueblo de la esclavitud. Después le puso la excusa de que era gago…
     María la madre de Jesús tuvo también su turbación al recibir el anuncio de su elección para traer al mundo al Salvador. En Lucas 1:19 dice que María “se turbo”; pensaba que no era nadie para ser “favorecida y bendita entre las mujeres”. Sí María también se sintió descalificada para el cumplimiento del diseño de Dios para su vida; pero con humildad y obediencia acepto el reto al decir: “He aquí la sierva del Señor, hágase conmigo conforme a tu palabra”- Lucas 1:38.
    Un autor desconocido escribió:
Moisés tartamudeaba; José era un soñador fanfarrón; Juan Marcos era un cobarde; Timoteo tenia ulceras y era muy joven; la esposa de Oseas era prostituta; Amos fue entrenado entre los higos; David era adultero; Salomón tuvo muchas esposas y concubinas extranjeras, y comprometió la adoración al único y verdadero Dios construyéndoles templos a los dioses de todas esas mujeres extranjeras; Abraham y Sara eran viejos; Pedro era impulsivo; Juan temperamental; Moisés, Pablo y David, asesinos; Gedeón y Tomas, incrédulos; Jeremías, un llorón; Elías, emocionalmente quemado; María, afanada con las cosas del mundo; Mateo, un ladrón y Noé, tenía problemas con la bebida…
   Es un hecho, la mayoría de los escogidos por Dios para realizar grandes empresas en Su Nombre no tenían las mínimas calificaciones para el puesto. Eso nos da consuelo, podemos decir como Pablo: sino que Dios ha escogido lo necio del mundo, para avergonzar a los sabios; y Dios ha escogido lo débil del mundo, para avergonzar a lo que es fuerte; y lo vil y despreciado del mundo ha escogido Dios; lo que no es, para anular lo que es; para que nadie se jacte delante de Dios. 1 Corintios 1:27-31.
   Todos hemos venido al Señor con alguna rotura en el alma… Pero Su amor y poder nos ha sanado, restaurado y soportado… Ahora es necesario usar las cicatrices de nuestra antigua rotura para decirle a todos los descocidos del mundo que en Jesucristo hay salvación, sanidad, restauración y vida abundante.
Por: Griselle M. Trujillo   gtrujillo913@gmail.com

miércoles, 23 de marzo de 2011

Un pensamiento devocional...

Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis juzgados; mirad, el Juez está a las puertas.” – Santiago 5:9
El principio que estudiamos es éste: El creyente debe vivir su vida con pasión, como si cada día fuese el último de su vida; sabiendo que tendrá que dar cuenta de lo que hizo con los segundos, minutos, horas, días, meses y años que el Creador les concedió.
       Así vivió su vida  el famoso millonario Alfred Vanderbilt (1877-1915): vivió sirviendo a otros hasta el último día de su vida. En mayo del 1915, a los 37 años, Vanderbilt abordó un lujoso barco inglés de pasajeros junto a otros 1,961 pajeros, el cual había sido bautizado como El Lucitania.
      Un submarino alemán, torpedeó el barco, y en dos horas 1,198 de sus pasajeros y tripulantes, murieron en las frías aguas del Océano Atlántico del Norte, frente a las costas de Irlanda del Norte. Los pocos sobrevivientes del naufragio relataron la forma en la que Vandervilt uso el poco tiempo de vida que le restaba para ayudar a otros. Su prioridad fue salvar niños y madres con niños pequeños, haciéndoles cabida en los botes salvavidas… Aun en los últimos momentos, cuando ya los botes salvavidas se habían separado del barco y el Lusitania comenzaba a hundirse, Vanderbilt le dio el salvavidas que tenia puesto a una madre con un pequeño…
   Y tú que hubieran hecho en esas circunstancias? No todos tenemos el privilegio de saber cuál será el último momento de nuestra vida… De hecho, la mayoría de nosotros vivimos como si nuestras vidas físicas fueran eternas. La advertencia bíblica para aquellos que piensan de esa forma es: Necio, esta noche vienen a pedir tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?  Así es el que hace tesoros para sí y no es rico para Dios.
   Mi papá no fue un hombre religioso, tampoco fue rico ni profesional como Vanderbilt; pero fue un hombre esforzado y trabajador; un gran padre y un gran ciudadano. Tuvo el privilegio de saber el tiempo de su muerte… Una madrugada, dos semanas antes de su fallecimiento, le dijo a mi mamá que llamara a todos sus hijos porque quería despedirse; sabía que iba a morir. En poco tiempo todos llegamos a su lado… Nos dijo que iba a morir y que por eso se quería despedir de nosotros. Todos lo abrazamos y lloramos… A pesar del dolor que le causaba el saber que pronto no estaría con nosotros; tuvimos la grata experiencia de oír a nuestro padre evaluar su vida.
    Puso sus brazos debajo de su cabeza, y mirando al techo del cuarto, nos dijo: “Yo me voy feliz, he tenido una gran vida… No me puedo quejar… He tenido todo lo que un hombre puede anhelar: una buena y fiel esposa, cinco hijos, inteligentes, dignos, trabajadores, esforzados; casa y trabajo. Me voy feliz… Lo único que me da tristeza es dejar a Lila sola (así llamaba a mi mamá)”.
    Ninguno de nosotros sabemos si el Señor nos dará tiempo de evaluar nuestra vida y despedirnos de nuestros amados como lo hizo mi papa… Por eso, debemos vivir cada día como si fuera el último día de nuestras vidas.
Por: Griselle M. Trujillo  gtrujillo913@gmail.com

martes, 22 de marzo de 2011

Un pensamiento devocional...

… Dios ha escogido lo necio del mundo, para avergonzar a los sabios; y Dios ha escogido lo débil del mundo, para avergonzar a lo que es fuerte; y lo vil y despreciado del mundo ha escogido Dios; lo que no es, para anular lo que es; para que nadie se jacte delante de Dios. 1 Corintios 1:27-31.
    Debemos vivir nuestra vida como si cada día fuese el último de nuestra vida. ¿Cómo viven los hombres y las mujeres de valor el último día de sus vidas? Como lo vivió Jesús: enfocado en la meta, caminando con intensidad y pasión, de forma sacrificada, sencilla y feliz. Invirtiendo hasta el último los muchos talentos que tenía en la vida de otros, hasta el último minuto de su vida. Servir a otros con pasión y amor.
   Este  lo demuestra:
Carmita Torres es una mujer puertorriqueña que acepto a Jesús como su Salvador en una congregación hispana en Nueva York. Después de su conversión, una pasión por servir a otros lleno todo su ser. Así que fue a preguntarle al pastor, como podía servir a otros en el Nombre de Jesús y de la Iglesia. El pastor hizo una responsable evaluación de los dones y los talentos de la mujer y encontró que ella no tenía mucha escolaridad, y que tampoco hablaba inglés; pero que tenía un encanto especial para tratar a los niños. Por eso el pastor puso a la disposición de Carmita uno de los autobuses de la iglesia con un conductor, para que ella fuera por el barrio puertorriqueño a recoger niños para llevarlos a una Escuelita Bíblica, los sábados en la mañana. Carmita acepto gustosa y comenzó a trabajar… Su trabajo y su pasión lograron que 45 niños del barrio vinieran cada semana a la iglesia.
Carmita tenía cepillos y toallas humedecidas para asear a los niños mientras iban por el camino a la iglesia… Además les daba una meriendita costeada y preparada por ella misma. Carmita iba niño por niños, aseándolo y diciéndole que ella los amaba y que Jesús les amaba.
Uno de esos niños se llamaba Joselito. Era un niño muy extraño; nunca pronunciaba palabra y nunca jugaba con los demás niños. Carmita le tomó un cariño especial…Había algo en aquel niño que le hacía protegerlo y mimarlo más que a los demás. Todas los sábados Carmita sentaba al niño en sus faldas y lo abrazaba mientras le decía: “Joselito, yo te amo y Jesús te ama. No lo olvides
Después de varios meses, una mañana gloriosa, Carmita oyó al niño contestarle: “Yo también te amo; y también amo a Jesús.” A Carmita le pareció que aquella vocecita había sido producida por miles de ángeles cantando… Pero esas fueron las últimas palabras que Carmita le oyó decir a aquel hermoso niño… Por la tarde, a las 6:30 de aquel sábado, la madre de aquel niño lo golpeo y lo golpeo hasta dejarlo muerto…
Pero Carmita sabía que con sus pocas habilidades y talentos, había logrado que aquel niño encontrara a Jesús como su Salvador personal. Nada más importaba…
    Yo no sé cuántas excusas pones diariamente para no ir al mundo a amarles en el Nombre de Jesús. Pero, ¿sabes algo? Tus excusas no son aceptadas… Porque Dios no espera que seas capaz, Dios espera que seas obediente y le permitas a Él hacer el resto. Dios puede usar tus pocos o muchos talentos para demostrarle a los “Joselitos” del mundo que en Jesús hay Salvación. Lo único que tienes que hacer es aceptar la invitación, levantarte y permitirle a Dios que haga el resto. 
Por: Griselle M. Trujillo   gtrujillo913@gmail.com

lunes, 21 de marzo de 2011

Un pensamiento devocional...

Por la bendición de los rectos, se enaltece la ciudad, Pero por la boca de los impíos, es derribada.”- Proverbios 11:11.
   El otro día encontré un retrato de mi hija en la muralla China… ella y el grupo de misioneros que la acompañaban se veían tan pequeños en ella… Eso me hizo recordar la historia de las tres invasiones a China de las tribus bárbaras del norte.
    Realmente la muralla es un impresionante proyecto de ingeniería. A pesar de verse tan impresionante, la verdad es que apenas se conserva un tercio de lo que la muralla original fue. Se supone que contaba de unos 8.851 kilómetros de largo. Actualmente se conservan solamente unas 4,000 millas de ella. Mide de 6 a 7 metros de alto y de 4 a 5 metros de ancho. Con todo, todavía hoy día la muralla China es la más grande del mundo… Es tan grande que es visible desde los satélites que circunvalan la tierra. Se supone que más de 10 millones de los esclavos que trabajaron en la construcción de la muralla, murieron a consecuencia del hambre, el frío, los malos tratos y los accidentes; y fueron enterrados en sus inmediaciones.
    Fue construida en los siglos V y VI antes de Cristo, con el propósito de proteger la nación de los ataques que las tribus nómada y bárbaras del norte. El rey que la mandó a construir quería que fuera una muralla “invulnerable”: “Tan alta que nadie pudiera subirse a ella, y tan ancha que nadie pudiera quebrarla y tan larga que nadie pudiera recorrerla”. De esa forma podrían estar tranquilos, sin miedo a las invasiones del enemigo, disfrutando de su prosperidad.
    Pero durante los primeros cien años de la existencia de la muralla, China fue invadida tres veces, precisamente a través de la muralla invulnerable. En ninguna de las tres ocasiones las hordas enemigas subieron a la muralla, ni la quebraron ni la recorrieron. En cada una de las tres ocasiones, el enemigo sobornó a los guardas de las puertas y de las torres de vigilancia. La muralla probó ser invulnerable, pero sus vigilantes no.
    ¿Qué sucedió? Lo que le ha sucedido a todas las naciones de la historia que han disfrutado de periodos de prosperidad financiera y supuesta seguridad: se corrompieron moralmente. Olvidaron enseñarle integridad moral a las generaciones que se levantaban. En otras palabras, fueron vencidos por ellos mismos.
     Como dije, esa es una constante en la historia de todas las naciones del mundo; por ejemplo:
·       El pueblo de Israel confió en el poder de su ejército y se apartaron de la obediencia al Dios que les había protegido y defendido hasta allí. Se corrompieron, se apartaron de la ley de Jehová y fueron conquistados.
·       El Imperio Romano confió en su conocimiento y en su dominio mundial; su ejército se debilitó y se convirtió en una nación inmoral y licenciosa.
·       Después de la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos han disfrutado de una afluencia económica sin igual… Pero han entrado en la decadencia moral más increíble también… ¿Adivinen, qué le pasará?
   El principio es éste: Nuestra falta de carácter moral es nuestro peor enemigo.
   La mayoría de los creyentes pasan toda su vida luchando con un diablo derrotado y vencido; sin entender que su peor enemigo es su falta de carácter moral. Si nos alejamos de Dios y Su Ley, seremos derrotados por nosotros mismos.
   Sencillo, revisemos la muralla de nuestra integridad moral… Reparemos cualquier puerta o hendija que nos haga vulnerables.
Por: Griselle M. Trujillo   gtrujillo913@gmail.com

viernes, 18 de marzo de 2011

Un pensamiento devocional...

pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra”. – Hechos 1:8.
    Ser testigo de Jesucristo esa es la responsabilidad de todo creyente… ¡Oh Señor, cuántas concepciones equivocadas tenemos del asunto!  Cuando Jesús nos dijo que recibiríamos poder, cuando el Espíritu Santo viniera sobre nosotros; nos estaba diciendo que “cuando el Padre y el Hijo, viniesen a habitar en nosotros, a través del Espíritu Santo, todo lo que dijéramos o lo que hiciéramos, escribiéramos le diría al mundo: Dios Padre y Dios Hijo existen, porque se están manifestando ahora mismo en mí y a través de mí”. Ser testigo de mi Dios y de mi rey no es ir casa por casa a decirlo, a verbalizarlo. ¡No¡ Es que mi vida grite y proyecte todo lo que Dios es como Padre y como Hijo, a través de lo que digo, hago o escribo diariamente.
    Hace algunos años, le ofrecieron al evangelista norteamericano, Billy Graham, poner su nombre en una de las estrellas del famoso Bulevar de Hollywood, en California. En ese momento, Graham no acepto la oferta; pensando que no había ninguna razón bíblica para que su nombre estuviera allí junto a los nombres de cientos de hombres y mujeres que han “brillado” en el mundo del entretenimiento. Al fin y al cabo él no entretenía a la gente.
    Pero al pasar los años, Graham aceptó el ofrecimiento. Su nombre está escrito en la famosa calle de Hollywood. ¿Qué había pasado? ¿Había encontrado alguna justificación bíblica para que su nombre estuviera allí? Sí, Graham se había dado cuenta de que el hecho de que su nombre estuviera escrito en una de aquellas estrellas, le daba la oportunidad para predicarle a las generaciones venideras aun después de su muerte.
      Cuando un niño, o un adolecente pase por esa calle y lea el nombre de Billy Graham en una de esas estrellas, le preguntara a sus padres:
- “¿En qué banda de rock toco ese hombre? ¿Qué película filmó? ¿Cuántos Óscares o Grammys ganó?”
    Entonces los padres tendrían que contestarle:
- “No hijo, Billy Graham no fue ninguna estrella del Rock, ni tampoco fue un artista de Hollywood. Billy Graham fue un predicador del Evangelio de Jesucristo”.
     Entonces en la mente y el corazón del niño surgiría la pregunta:
- “¿Qué es el Evangelio de Jesucristo?
     Esa pregunta abrirá la puerta de su corazón para que el Espíritu Santo pueda llevarlo a toda verdad y justicia. Entonces, como dice el apóstol Pablo: “Por pretexto o por contienda, Cristo seria predicado a ese niño, el cual, de otro modo quizá jamás oiría el Nombre de Jesús.
     El anhelo de Dios es darse a conocer (Jeremías 9:24; 24:7os); y el mejor recurso que tiene para hacerlo somos nosotros, los que ya le conocemos. Jesús nos mando a ser: “la luz del mundo”, “una luz puesta en un lugar prominente donde todos puedan verla”, “la sazón que le diera gusto a la vida de aquellos que viven sin fe y sin esperanza” – Mateo 5:13-15; Marcos 9:49-50. El apóstol Pedro, por su parte, nos llamo “piedras vivas” que unidas formen un enorme edificio que traiga gloria a Dios, desde donde todos puedan verlo a Él a través de nosotros – 1 Pedro 2:5.  
Por: Griselle M. Trujillo  gtrujillo913@gmail.com

jueves, 17 de marzo de 2011

Un pensamiento devocional...

       El mes pasado, mi perrito Mack, un travieso y muy inteligente beagle, se comió un enorme sapo y se envenenó. Por cinco días estuvo al borde de la muerte… Era muy triste verle… Se iba a lo más apartado del patio y se metía detrás de las plantas, quería estar solo… Era como si me dijera: “Déjame solo que voy a morir”. Mack, no murió… pero nunca ha vuelto a ser el mismo, es como si hubiese madurado después de aquella dolorosa experiencia.
     El otro día hablando con mis hijos acerca de la recuperación de Mack, nos dimos cuenta de que después de esa experiencia de muerte, Mack cambió de carácter; ahora es más dulce, más amoroso y sus raros ojos verdes ahora son más suaves… Mi yerno me dijo: “Nada, la cercanía a la muerte lo cambió”.
     Bueno, yo no sé si a un perro le puede suceder una cosa como esa; pero sí sé, por experiencia personal, que aquellos humanos que han pasado por experiencias de muerte,  al regresar a la vida son completamente diferentes. En su libro "El cielo es real",  Todd Burpo relata el testimonio de su hijo Colton después de una experiencia de muerte- (El libro está en la parte superior de la lista de The New York Times Bestseller).
     Todd y Sonja Burpo, los pastores de una pequeña iglesia en Imperial, Nebraska, estaban de visita en Colorado con su hijo de 3 años de edad, llamado Colton, cuando comenzó a quejarse de un dolor de estómago. Parecía que tenía su apéndice inflamada, pero  lo dieron de alta del hospital con rapidez. Pero dos días después el dolor y la fiebre regresaron al cuerpecito de Colton y al llevarlo de nuevo al hospital esta vez tuvo que ser operado de emergencia pues se descubrió que el apéndice se había reventado unos cinco días antes. Esta vez la vida de Colton pendía de un hilo y en medio de la crisis el médico anunció a los padres que la vida del niño estaba en riesgo. Todd y Sonja no podían hacer otra cosa que no fuera orar.  El médico le informó a Todd y a Sonja que por un momento perdieron al niño mientras estaba en medio de la operación, pero lograron estabilizarlo. Después de un par de cirugías y una difícil recuperación, el niño se recuperó.
     Cualquiera podría pensar que es una historia común y corriente; miles de niños en el mundo son sometidos a cirugía diariamente. Pero aunque la historia de Colton parezca común y corriente no lo es; porque al irse recuperando de los estragos de las operaciones, los padres del niño se dieron cuenta de que algo había sucedido en el alma de Colton… Estaba callado, pensativo, con una dulzura inusual…
      Un día cuatro meses después de haber salido del hospital, Colton iba con sus padres en el automóvil en el asiento tracero. Iba callado, pensativo, miraba con nostalgia el cielo. Después de un largo silencio dijo: "Mamá, cuando llegue al cielo los ángeles me cantaron”. El comentario fue casual pero muy serio. Todd y Sonja no entendía, pero algo dentro les decía que su hijo tenía mucho que decirles. Así que comenzaron a hacerle preguntas; guardaban en sus corazones todo lo que su hijo les decía. Cada día, parecía que la memoria de Colton se refrescaba y hablaba de su estadía en el cielo con más precisión.
    Pero un día mientras desayunaba, de forma casual, Colton le dijo a su mamá: "Mamá, cuando estuve con los ángeles allá arriba conocí a mi  hermana”.
     Sonja se sorprendió de que el niño dijera algo así, porque ella y Todd nunca le había dicho sobre el doloroso aborto involuntario que ella  había tenido antes de que Colton naciera.  Sonja le preguntó a su hijo quién le había dado esa información acerca de su hermanita y para su asombro, Colton respondió:
- "Ella misma, mamá… Ella me dijo mientras estaba en tu vientre antes de nacer había muerto. Al verme comenzó a darme abrazos, y me dijo que se alegraba tener a alguien en su familia allí".
    Ya no tenían duda, su hijo Colton había estado en el cielo; y había visto cosas extraordinarias que no solo cambiaron su vida, sino la vida de todo aquel que escucha su testimonio; porque la experiencia de ese niño le grita al mundo que el cielo sí es real…
    El cielo y el infierno están en otra dimensión, pero son muy reales. Ese conocimiento debe hacernos vivir la vida de otra forma… Por eso, les recomiendo que oremos como el salmista:Enséñanos a contar de tal modo nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.”; “Señor, hazme saber mi fin, y cuál es la medida de mis días, para que yo sepa cuán efímero soy. - Salmo 90:20; 39:4
Por: Griselle M. Trujillo    gtrujillo913@gmail.com