Un pensamiento devocional

viernes, 18 de marzo de 2011

Un pensamiento devocional...

pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra”. – Hechos 1:8.
    Ser testigo de Jesucristo esa es la responsabilidad de todo creyente… ¡Oh Señor, cuántas concepciones equivocadas tenemos del asunto!  Cuando Jesús nos dijo que recibiríamos poder, cuando el Espíritu Santo viniera sobre nosotros; nos estaba diciendo que “cuando el Padre y el Hijo, viniesen a habitar en nosotros, a través del Espíritu Santo, todo lo que dijéramos o lo que hiciéramos, escribiéramos le diría al mundo: Dios Padre y Dios Hijo existen, porque se están manifestando ahora mismo en mí y a través de mí”. Ser testigo de mi Dios y de mi rey no es ir casa por casa a decirlo, a verbalizarlo. ¡No¡ Es que mi vida grite y proyecte todo lo que Dios es como Padre y como Hijo, a través de lo que digo, hago o escribo diariamente.
    Hace algunos años, le ofrecieron al evangelista norteamericano, Billy Graham, poner su nombre en una de las estrellas del famoso Bulevar de Hollywood, en California. En ese momento, Graham no acepto la oferta; pensando que no había ninguna razón bíblica para que su nombre estuviera allí junto a los nombres de cientos de hombres y mujeres que han “brillado” en el mundo del entretenimiento. Al fin y al cabo él no entretenía a la gente.
    Pero al pasar los años, Graham aceptó el ofrecimiento. Su nombre está escrito en la famosa calle de Hollywood. ¿Qué había pasado? ¿Había encontrado alguna justificación bíblica para que su nombre estuviera allí? Sí, Graham se había dado cuenta de que el hecho de que su nombre estuviera escrito en una de aquellas estrellas, le daba la oportunidad para predicarle a las generaciones venideras aun después de su muerte.
      Cuando un niño, o un adolecente pase por esa calle y lea el nombre de Billy Graham en una de esas estrellas, le preguntara a sus padres:
- “¿En qué banda de rock toco ese hombre? ¿Qué película filmó? ¿Cuántos Óscares o Grammys ganó?”
    Entonces los padres tendrían que contestarle:
- “No hijo, Billy Graham no fue ninguna estrella del Rock, ni tampoco fue un artista de Hollywood. Billy Graham fue un predicador del Evangelio de Jesucristo”.
     Entonces en la mente y el corazón del niño surgiría la pregunta:
- “¿Qué es el Evangelio de Jesucristo?
     Esa pregunta abrirá la puerta de su corazón para que el Espíritu Santo pueda llevarlo a toda verdad y justicia. Entonces, como dice el apóstol Pablo: “Por pretexto o por contienda, Cristo seria predicado a ese niño, el cual, de otro modo quizá jamás oiría el Nombre de Jesús.
     El anhelo de Dios es darse a conocer (Jeremías 9:24; 24:7os); y el mejor recurso que tiene para hacerlo somos nosotros, los que ya le conocemos. Jesús nos mando a ser: “la luz del mundo”, “una luz puesta en un lugar prominente donde todos puedan verla”, “la sazón que le diera gusto a la vida de aquellos que viven sin fe y sin esperanza” – Mateo 5:13-15; Marcos 9:49-50. El apóstol Pedro, por su parte, nos llamo “piedras vivas” que unidas formen un enorme edificio que traiga gloria a Dios, desde donde todos puedan verlo a Él a través de nosotros – 1 Pedro 2:5.  
Por: Griselle M. Trujillo  gtrujillo913@gmail.com

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