Un pensamiento devocional

miércoles, 30 de marzo de 2011

Un pensamiento devocional...

    A un rey le regalaron dos pichones de halcón. El rey se los entregó a su maestro de cetrería  para que los entrenara para la caza. Pasado algún tiempo el instructor le dijo al rey que uno de los halcones estaba perfectamente entrenado; pero que al otro, no había sido posible entrenarlo, porque no se había movido de la rama donde lo habían colocado el día que llegó. Al mirar por las ventanas del palacio, el rey veía como el ave permanecía en aquella rama sin moverse día y noche, mañana y tarde…
    El rey envió a buscar a los curanderos y hechiceros del reino para que le explicaran qué le sucedía a aquella ave. Pero todos llegaron a la misma conclusión: el ave está en perfectas condiciones, nadie sabe por qué no se mueve. Desesperado el rey publico un edicto ofreciéndole una suculenta recompensa a  aquel ciudadano del reino que hiciera volar al ave.
   Pero un día el rey miró por la ventana y no vio al halcón en su acostumbrada ramita… Por el contrario, feliz volaba de árbol en árbol. El rey mando a buscar al autor de aquel milagro, para darle la recompensa prometida. Le trajeron un humilde campesino; y le dijeron:
- “Su majestad, éste es el autor del milagro
   El rey hizo que el campesino se le acercara y le preguntó:
- “Dígame, ¿cómo la hizo volar?
    El campesino, un poco intimidado por la cercanía del rey, le explico con sencillez:
- “No fue difícil, su Alteza. Sencillamente, le corté la rama y ella se dio cuenta que tenia alas y se echó a volar”.
    Idiota, ¿verdad? ¿Cómo es posible que aquella majestuosa ave no se diera cuenta antes de que tuviera alas y podía volar? Esa ave tenía las mismas limitaciones mentales y emocionales que tienen miles y miles de creyentes no saben que tienen poder, “dunamis” de Dios dentro para hacer milagros, prodigios y maravillas.
    Pablo sabía que había muchos creyentes limitados; por eso, le dice a la iglesia de Corinto:
-“Ustedes no están limitados (amarrados, restringidos en sus movimientos) por nosotros (los líderes, los ancianos de la iglesia), sino que están limitados (amarrados, restringidos en sus movimientos) en sus sentimientos (pensamientos, sentimientos, emociones, voluntad).”- 2 Corintios 6:12.
   Satanás no tiene que hacer mucho esfuerzo para que la Iglesia se quede paralizada delante de sus avances ilegales; lo único que tiene que hacer es magnificar cualquier riesgo  para que el creyente se llene de temor y se paralice.
     Las emociones, los sentimientos nos gritan:
- “¡Es muy peligroso; no te arriesgues! ¡No puedes, no tienes recursos, ni habilidades! ¡No sabes hablar, no tienes educación formal para el trabajo! ¡Tonto, perderás tu tiempo. Nadie te va escuchar!
   En ese mismo pasaje, Pablo le da la solución a los corintios y a nosotros: “Ahora bien, en igual reciprocidad (les hablo como a niños) ustedes también abran de par en par su corazón.”- verso 13. ¿Qué quiso decir Pablo? Que extendieran a su capacidad mayor su conocimiento intelectual y emocional, para que de esa forma pudieran en tender a Dios y Su Reino a través de lo que hacen y dicen aquellos que no estaban limitados en sus sentimientos.
    Dios quiere que extendamos el corazón, para que con el extendido alcancemos a nuestra familia, nuestro vecindario, barrio, pueblo o nación; y las naciones de la tierra con las buenas nuevas de salvación en Cristo a través de todo lo que hacemos, decimos, escribimos…
Por: Griselle M. Trujillo  gtrujillo913@gmail.com

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